
Estación Sufragio: La ministra Esquivel
Por: Adalberto Carvajal
En su visita a Colima el sábado 26 de abril, quedó claro que la campaña en contra de Yasmín Esquivel Mossa por supuestamente haber plagiado su tesis de licenciatura, tuvo el objetivo en su momento de evitar que la ministra llegara a la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Lo que pudo haber sido un trabajo académico de mero trámite para obtener el grado de licenciatura, se subsanó al cursar diversos diplomados y especialidades, una maestría en Administración de las Instituciones Educativas y un doctorado en Derecho.
Sobre todo al obtener experiencia y demostrar criterio como magistrada federal en tribunales agrarios; luego como magistrada local en el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la Ciudad de México y, finalmente, como presidenta de ese mismo pero ya renombrado Tribunal de Justicia Administrativa. Cargos que tuvo antes de convertirse en juez suprema, a propuesta del presidente López Obrador.
Sin embargo, sus enemigos llegaron hasta a impugnar el doctorado de Esquivel concedido por la Universidad Anáhuac, porque aparece en su currículo como parte de un convenio con la Universidad Complutense de Madrid y esa casa de estudios se deslindó de ella, diciendo que sólo se inscribió el proyecto de tesis pero no se completaron los trámites.
Con todo, al menos en la conferencia de prensa ninguno de los colegas reporteros tocó el tema que, por lo demás, la ministra en funciones se ha encargado de explicar en diversos foros, especialmente tras dar a conocer su intención de mantenerse en la Corte. Resumiré el contexto de la denuncia por plagio, en párrafos más adelante.
CASOS DE LA PIÑA REAL
Conjurada la amenaza que suponía Esquivel para los intereses defendidos por cierto grupo de poderosos abogados y sus clientes millonarios, hoy no existe – ni mucho menos– la misma urgencia por frenar su ratificación. Norma Piña se desmarcó del grupo de ministros que busca quedarse en la Corte y, en consecuencia, doña Yasmín (por lo pronto) no le estorba a nadie.
El ascenso de Piña a la presidencia del tribunal constitucional y del Consejo de la Judicatura Federal fue posible por la defenestración mediática, judicial y académica que sufrió Esquivel. Pero la jurista que se soñó vicepresidenta de la república de facto, ya cumplió su misión.
La desecharán quizá con la misma promesa que le hicieron en su momento a Lorenzo Córdova, el presidente del INE que se prestó a traicionar la naturaleza de su cargo y convertirlo en un pretendido contrapeso a la jefatura del Estado. Pero ese, regresar a la política por la vía de la participación electoral como una candidata providencial, es un sueño guajiro para la señora Piña. Si Xóchitl Gálvez que por lo menos era chistosa no funcionó como retadora, menos lo hará la adusta Norma Piña.
Por lo demás, dado el trabuco que el mecanismo de elección de nuevos jueces supone para la destrucción del statu quo en el Poder Judicial, esa élite del Derecho que está siendo desbancada por el gobierno de Sheinbaum a lo que menos aspira es a quedarse con la presidencia de la Corte. Se conformarían con una cuota de posiciones similar a la que el PAN obtenía del PRI por la vía de la negociación política, en aquellos años en que la composición del máximo tribunal del país se resolvía por mayoría calificada en el Senado al votar la terna presentada por el titular del Poder Ejecutivo.
PÚBLICO DIVERSO Y PLURAL
Entre quienes se dieron cita en el auditorio de la delegación estatal de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) para escuchar las propuestas de Yasmín Esquivel, había cuadros de las diferentes fuerzas políticas del estado o, incluso, de los grupos compactos que sirvieron a anteriores gobernadores. No sólo gente que orbita en Morena, pertenece a la administración federal de Claudia Sheinbaum o trabaja con la gobernadora Indira Vizcaíno, sino también reconocidos operadores del alcalde capitalino Riul Rivera.
Y en la conferencia de prensa que siguió a su exposición al gremio de abogados, la clase política, la meritocracia gubernamental, la iniciativa privada y la sociedad civil, la ministra señaló como muestra del interés de los colimenses por conocer su proyecto, el que se rebasara la capacidad del salón.
La diversidad de ocupaciones y la pluralidad política que se vio en la CMIC, evidencia que la disputa por los espacios en la judicatura federal o la estatal no es ideológica, sino gremial. Las estructuras de apoyo a quienes buscan un asiento en la Corte, los tribunales colegiados y especializados o los juzgados de Distrito, así como en los futuros tribunales superiores de los estados y en los juzgados del fuero común, no obedecen a una geometría partidista (de militancias de izquierda o de derecha) sino a la complicada trama de colegios, asociaciones, barras y federaciones de abogados.
Por otro lado, también es verdad que a Yasmín Esquivel la fueron a escuchar los mismos abogados que han ido e irán a oír al resto de los candidatos y candidatas a jueces constitucionales que visiten el estado. Eso habla de la manera en que hemos naturalizado la insólita elección de funcionarios jurisdiccionales, pese a la intensidad de una campaña negra que buscó sabotear el proceso.
Recurrieron para ello a argumentos dogmáticos, como ese tan socorrido de que la democracia directa hará que el aparato judicial pierda su mítica neutralidad, y quede sometido a la voluntad política de la presidenta de la república o a las barbaridades que decida la mayoría oficialista en el Congreso de la Unión.
LLENE SU QUINIELA
A todos los que me dicen que la elección de jueces demandará un gran esfuerzo, y que está condenada a fracasar porque son demasiadas las boletas en juego y excesivo el número de candidatos a los cargos en disputa, les comento que si el ciudadano promedio puede llenar una quiniela de Progol, una tarjeta del Melate o cualquier otro tipo de lotería electrónica, puede sufragar sin confusiones por jueces, magistrados y ministros.
Sostengo mi tesis de que se trata de una elección complicada (‘tiene muchas partes y puede parecer difícil de entender, pero sus componentes y su funcionamiento son relativamente simples y predecibles’, dice la IA) pero no compleja (‘un sistema complejo está formado por elementos que interactúan de forma no lineal, y generan comportamientos emergentes que son difíciles de predecir o entender’).
Concretamente, en el estado de Colima tenemos a varios grupos de ciudadanos ya acostumbrados a votar por las personas y no por las siglas, entre ellos los habitantes de las delegaciones, juntas y comisarías municipales, pero también quienes han participado en una asamblea ejidal o en la elección de directiva en alguna de las cámaras empresariales.
No obstante estas condiciones favorables para una mayor participación democrática, la oposición insiste en lanzar negros presagios sobre la primera elección judicial en casi 200 años en México. Tal parece que la intención de los contrarios a la reforma tiene un doble, pero contradictorio propósito: por un lado, se trata de desalentar el sufragio entre la población abierta y, por otro, de estimular el voto duro a favor de los candidatos que impulsan los partidos vinculados al gobierno de la 4T o a la oposición.
TRANSFORMAR LA JUSTICIA
De todas maneras, pensando en la gente que le asusta votar por candidatos que no están identificados con partidos, la ministra Esquivel recorre el país explicando no sólo por qué hay que cambiar al Poder Judicial y cuáles son los retos en materia de justicia que están pendientes, sino también cómo votar:
Vino a hablar de “las planillas, las boletas; de cómo conocer a los candidatos del lugar donde vives. Ya visitamos la mitad del país y vimos que la gente sí sabe que habrá elección de juzgadores y cuándo será. La duda es cómo conocer a los candidatos y si, de este modo, podrá cambiar el sistema de justicia”.
La ministra dedicó una parte de su exposición a explicar el CPU: el micrositio ‘Conoce a tu Candidato, Practica tu Voto y Ubica tu Casilla, al que se puede acceder por el código QR que viene en la credencial de elector de última generación; si la INE es de las anteriores, el lector puede entrar al CPU por la página web del Instituto Nacional Electoral.
¿Qué es lo que quiere Yasmín Esquivel?: “transformar el poder judicial para que sea cercano a la gente; una justicia de puertas abiertas, que ponga en el centro a la persona y sus derechos, que atienda a los mexicanos”; una judicatura donde “no haya corrupción ni nepotismo o familiarismo”.
La democratización del Poder Judicial permitirá que los candidatos “salgan a que les dé el sol”; para que la gente les reclame en la calle por qué no avanza el juicio, por qué se vendieron o por qué perdieron el expediente. Pero también a que escuchen cómo “el abogado sólo les pidió dinero y no movió nada”.
“No queremos un poder judicial elitista que atienda únicamente a los que tienen recursos para pagar un abogado”. Es necesario fortalecer a la defensoría pública, y crear procuradurías eficaces de protección a los menores o a los adultos mayores. Ambos padecen abandono, pero lo mayores son el segmento de edad que más despojos sufren, dijo la ministra en su exposición.
ESPACIOS DE IMPUNIDAD
La campaña para descalificar la elección del Poder Judicial se concentra en aquellos candidatos con supuestos antecedentes de corrupción o negligencia, ya sea en su labor como litigantes o en la función pública. Pero en la denuncia a juzgadores que emitieron sentencias en beneficio de delincuentes de cuello blanco o de capos del narcotráfico, quienes buscan desprestigiar el proceso coincidieron con quienes condujeron una de sus etapas, entre ellos el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña.
La presidenta Sheinbaum dijo en la mañanera que “si hay algún caso en donde se encuentre que no cumple con la Constitución”, la denuncia “puede ser presentada y (…) veremos qué decide” el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación[1]. A la misma pregunta, Yasmín Esquivel explicó que:
Hubo dos procesos, el de los juzgadores en funciones que buscan su ratificación o su promoción de juez a magistrado o de magistrado a ministro; y el de los aspirantes que provienen de afuera de la judicatura. Respecto a estos últimos, un comité de evaluación por encargo de cada uno de los poderes de la nación aprobó a los candidatos que superaron tres filtros: 1) cumplir los requisitos de elegibilidad (título de abogado, calificación mínima de 8 en licenciatura, experiencia profesional…), 2) pasar la evaluación de idoneidad y 3) resultar agraciados en el proceso de insaculación.
“Si tenemos sospechas de candidatos que no tienen un modo correcto de vivir; si hay alguna sombra en su pasado, existe el recurso de la denuncia pública o la denuncia formal de una persona está en el registro de deudores, tenga orden de aprehensión o esté siendo investigada”, sugirió Esquivel. “Sin embargo, el mayor castigo que puede recibir un candidato es la ignorancia, que la gente no vote por él. Por eso es importante que los medios difundan los casos cuestionables”.
La ministra sostuvo que el diagnóstico que ella había hecho sobre la situación de la justicia en México, “se ha ido enriqueciendo y modificando con lo que me dice la gente: la realidad es más dura de lo que podemos pensar en las oficinas públicas”.
Los cuestionamientos más graves a los jueces en funciones son por haber soltado delincuentes. “Es gravísimo, pero no más que tener a un inocente en la cárcel”. Es frecuente que, tras ser detenido por los primeros respondientes, un juez deje en libertad al sospechoso porque no se cumplió el procedimiento al integrar la carpeta de investigación.
Para Esquivel, “los elementos que un juez tiene para considerar válida una cadena de custodia, por ejemplo, es distinta a los que tienen la fiscalía o la policía. Y esta falta de coordinación ha generado espacios de impunidad. Eso en el mejor de los casos”. En el peor, es que se libere al indiciado por corrupción.
La descoordinación genera el espacio para que, en lo que se ponen de acuerdo, a los sospechosos se les tiene que dejar salir por formalismos. Es absurdo que no se pueda fincar un delito “porque no se cumple” una formalidad. Esos espacios de impunidad permiten que la gente siga delinquiendo, y que el índice de criminalidad se mantenga o suba. Sólo la coordinación entre los procuradores y los impartidores permitirá “sanear la justicia”.
El juez no puede actuar en forma oficiosa, se requiere una denuncia por corrupción; sólo así puede actuar. Debe resolver el conflicto, no ser parte de este. La corrupción es grave, pero más lo es cuando se da en quienes deben impartir justicia. Ese es el gran reto de la justicia en México, acabar con la corrupción, sentenció la jurista.
LA TESIS INFAME
La nota que contaba cómo, con la misma tesis de licenciatura con la que se tituló Yasmín Esquivel en la ENEP Aragón en 1987, un alumno de la Facultad de Derecho de la UNAM, Edgar Báez Gutiérrez, había presentado su examen recepcional un año antes, se publicó a nueve días de la elección para la presidencia de la Corte.
Como en su trayectoria ya de 40 años en el servicio público jamás había tenido un solo cuestionamiento, “evidentemente, el asunto era político”. Pero enfrentar el tema “me distrajo de la actividad” proselitista, le contó Esquivel a Adela Micha[2].
Por conversaciones con quien fue su directora de tesis, Martha Rodríguez, y los otros dos sinodales, reconstruyó el método de trabajo que se seguía en la Universidad Nacional Autónoma de México: los asesores distribuían los proyectos de tesis de sus mejores alumnos, entre los demás tutorados.
En una época analógica, cuando no había computadoras sino máquinas de escribir y fotocopiadoras, este reparto tenía como objetivo guiar a otros alumnos, y que los proyectos más avanzados sirvieran como base o referencia para elaborar un segundo documento.
Así fue cómo el “proyecto que elaboramos ella y yo” en la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, se lo entregó a otros alumnos y, uno de ellos, se tituló con un tema similar, ‘Inoperancia de los sindicatos en los trabajadores de confianza del articulo 123 apartado A’; con la misma Martha como directora de tesis y presidenta del sínodo. Esquivel explicó en otros foros que como ella no se pudo titular de inmediato, el trabajo recepcional de quien se inspiró en el proyecto de tesis de Yasmín se registró antes.
“Presenté una denuncia en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y una denuncia civil en el Tribunal Superior de Justicia de la CDMX”, las cuales se resolvieron a su favor. “Y hoy tengo el certificado de derechos de autor” que acredita su tesis como la versión original. “Todos los recursos contra la UNAM y contra el otro alumno, los he ganado”.
PRIMERO EN EL TIEMPO
La comunidad académica de la ‘facultad de derecha’ de la UNAM, la emprendió contra Esquivel más allá de la elección de Piña como presidenta del máximo tribunal del país.
Martha Rodríguez fue cesada como tutora de tesis y le fue revocado su contrato laboral. Demandó por daño moral al ahora exrector Enrique Graue y al exdirector de la actual Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón, Fernando Macedo, quienes fueron condenados a pagar 15 millones de pesos por indemnización.
En la UNAM se acusa a Esquivel de haber presionado a los jueces que atendieron la demanda de Rodríguez. Y es presumible que la sanción contra las autoridades universitarias no hubiese llegado tan alto, de no haber persistido la ministra en la tarea de limpiar su nombre.
“Encontré todos los expedientes en cajas, y algo muy valioso fueron los capítulos de la tesis firmados por la maestra [Martha] con fecha anterior a cuando se tituló el otro alumno. Esto nos permitió tener una evidencia plena de que la tesis era mía, además de las declaraciones de la maestra, del sinodal y del propio alumno que se tituló un año antes que yo. La UNAM hizo su propio dictamen, que no se publicó.
Indiscutiblemente, hubo dolo. La Universidad creó un comité de ética en la FES para determinar la presunta similitud en los textos señalados, estando todos de vacaciones. “Inmediatamente presenté una solicitud de juicio de amparo, porque no tienen competencia para revisar una tesis de hace 38 años y analizar documentos que la UNAM me entregó legalmente”. Hasta aquí lo que declaró la ministra.
Queda anotar que, por lo menos en el índice, la tesis que presentó el alumno Báez es idéntica a la de la estudiante Esquivel. La leyenda urbana es que en la UNAM se desarrolló por años una práctica fraudulenta, ante el absurdo de suponer que un egresado de licenciatura tiene la capacidad de presentar una tesis original sobre cualquier tema jurídico.
Completar los créditos faculta a un graduado para responder a un examen general de conocimientos, no para defender una interpretación legal innovadora. En ese mecanismo tan engorroso de pedir a un licenciado en Leyes que sea docto en Derecho, el aspirante al título se veía tentado a comprar un proyecto en alguno de los gabinetes con los que estaban vinculados los directores de tesis y donde un equipo de escribanos hacían funciones de copistas, ni siquiera de redactores o correctores de estilo.
Esa era la mecánica del fraude académico, tal como me la describió una persona que se dedicó al negocio de vender tesis. Sin embargo, la mayoría de quienes terminaban la carrera se limitaron a escoger el tema que les sugirió su asesor de tesis y a desarrollar los capítulos que este les indicó, en el entendido que de esta manera tenían garantizada la aprobación del trabajo de grado y el otorgamiento del título.
Mi correo electrónico: carvajalberber@gmail.com
[1] ‘Sheinbaum pide invalidar a candidatos judiciales con nexos al narco o sin 8 de promedio’. Aristegui Noticias, 23 de abril de 2025. https://www.youtube.com/watch?v=Np4f7gE2dIw
[2] ‘Yasmín Esquivel RESPONDE al escándalo de su tesis: «Fue un ataque político» | Solo con Adela’. You Tube, La Saga, 1 de noviembre de 2024. https://www.youtube.com/watch?v=Te66Ba0hapI